Agua fresca de pepino, lima y menta

¡Hola a todos los amantes de las bebidas refrescantes y las tardes soleadas! Hoy os traigo una joya que, os lo prometo, se convertirá en vuestra mejor aliada para combatir el calor. Si hay algo que apetece cuando el sol aprieta es una bebida ligera, natural y que te hidrate desde el primer sorbo. Y justo eso es lo que conseguimos con esta increíble agua fresca de pepino, lima y menta.

Imagina una tarde de verano, relajado en tu terraza, o una comida familiar en el jardín. ¿Qué mejor que acompañar ese momento con una jarra de esta delicia? No solo es increíblemente fácil de preparar, sino que sus ingredientes, sencillos y naturales, la hacen una opción súper saludable. El pepino aporta esa sensación de frescor inigualable, la lima le da un toque cítrico y vibrante, y la menta… ah, la menta le da ese punto aromático que eleva la bebida a otro nivel. ¡Preparaos para descubrir vuestra nueva obsesión veraniega!

• Tiempo de preparación: 15 minutos (+ 30 minutos de reposo)
• Dificultad: Fácil
• Raciones: Para 4-6 personas

Ingredientes

• 2 pepinos medianos (unos 400g), preferiblemente orgánicos
• 3 limas, el zumo (y una adicional para decorar)
• 1 manojo generoso de hojas de menta fresca (unas 20-30 hojas)
• 1 litro de agua muy fría (puedes usar agua filtrada o mineral)
• 2-4 cucharadas de tu endulzante favorito (sirope de agave, miel, azúcar de coco, o eritritol al gusto) – opcional
• Hielo abundante para servir

Preparación paso a paso

1. Prepara los pepinos: Lava muy bien los pepinos. Si son orgánicos, no hace falta pelarlos; si no, puedes pelarlos parcialmente o por completo para una bebida más suave. Trocea los pepinos en pedazos más pequeños para facilitar el licuado.
2. Extrae el zumo de lima: Lava las limas, córtalas por la mitad y exprime su zumo. Asegúrate de retirar cualquier semilla.
3. Licua la base: En una batidora de vaso potente, combina los trozos de pepino, el zumo de lima, la mitad de las hojas de menta y aproximadamente 250 ml de agua. Bate hasta obtener una mezcla lo más homogénea posible.
4. Cuela la mezcla (opcional): Si prefieres una agua fresca sin pulpa ni restos de menta, pasa la mezcla por un colador de malla fina o una gasa limpia. Presiona bien para extraer todo el líquido. Si te gusta con la fibra, puedes saltarte este paso.
5. Combina y endulza: Vierte la mezcla licuada (o colada) en una jarra grande. Añade el resto del agua fría y el endulzante de tu elección, si lo usas. Remueve bien para integrar todos los sabores. Prueba y ajusta el punto de dulzor y acidez a tu gusto.
6. Infusiona la menta y refrigera: Añade el resto de las hojas de menta fresca a la jarra (puedes machacarlas ligeramente con las manos antes de añadirlas para liberar más aroma). Si tienes, unas rodajas de lima o pepino extra pueden ir genial. Lleva la jarra a la nevera y déjala reposar al menos 30 minutos para que los sabores se asienten y la menta infusione bien.
7. Sirve: Justo antes de servir, llena vasos con abundante hielo. Vierte el agua fresca y decora cada vaso con una rodaja de lima, una rodaja fina de pepino o una ramita de menta. ¡Disfruta al instante!

Espero de corazón que os animéis a preparar esta maravilla. Es la bebida perfecta para cualquier momento y os aseguro que os hará sentir renovados. Contadme en los comentarios si la habéis probado y qué os ha parecido, o si tenéis alguna variante favorita. ¡Y no olvidéis que siempre podéis pedirme vuestra próxima receta ideal a través del formulario del blog! ¡Hasta la próxima, cocinillas!