Hoy quiero compartirte una receta que une lo mejor de dos mundos: la tradición italiana y un toque moderno, saludable y delicioso. Los arancini de quinoa con mozzarella son una versión reinventada del clásico siciliano, pero usando quinoa, ese superalimento que tanto amamos. Son perfectos para una comida especial, una cena ligera o incluso para servir como aperitivo en una reunión con amigos. Crujientes por fuera, suaves y melosos por dentro, con ese corazón de queso fundido que conquista a cualquiera. Lo mejor es que, aunque suenen gourmet, son muy fáciles de preparar y ¡te prometo que valen cada minuto! ¿Te animas a probarlos?
Tiempo de preparación: 25 minutos (+ 30 minutos de reposo)
Dificultad: Fácil
Raciones: Para 4 personas
Ingredientes
- 200 g de quinoa cocida (1 taza aprox.)
- 1 huevo
- 50 g de queso parmesano rallado
- 1/2 taza de pan rallado (y un poco más para empanar)
- 1 diente de ajo picado muy fino
- Sal y pimienta al gusto
- 100 g de mozzarella (en cubos pequeños)
- Aceite de oliva (para freír o rociar si horneas)
- Perejil fresco picado (opcional para decorar)
Preparación paso a paso
- En un bol grande, mezcla la quinoa ya cocida con el huevo, el queso parmesano, el pan rallado, el ajo picado, sal y pimienta. Remueve todo hasta obtener una masa compacta y fácil de moldear.
- Deja reposar la mezcla en la nevera durante al menos 30 minutos para que tome consistencia.
- Con las manos ligeramente humedecidas, toma porciones de la mezcla, aplástalas suavemente en la palma y coloca un cubito de mozzarella en el centro.
- Cierra formando una bolita, asegurándote de que el queso quede bien sellado en el interior. Repite con toda la mezcla.
- Pasa cada arancini por pan rallado extra para lograr un exterior bien crujiente.
- Fríe en abundante aceite caliente hasta que estén dorados, o bien hornéalos a 200°C por 20 minutos con un chorrito de aceite por encima.
- Sírvelos calientes, decorados con perejil picado si quieres darles un toque de color fresco.
Consejos de Nuria:
- Si quieres reducir calorías, opta por hornearlos en lugar de freírlos. También quedan deliciosos y menos grasosos.
- Prueba usar mozzarella ahumada o un queso tipo scamorza para darle un sabor más intenso.
- ¿No tienes pan rallado? Sustitúyelo por copos de avena triturados o harina de garbanzo.
- Puedes prepararlos con antelación y conservarlos en la nevera un par de días, o incluso congelarlos y cocinarlos directamente del congelador.
- Son una opción genial para que los niños coman quinoa sin darse cuenta… ¡el toque de queso derretido los conquista!
Espero que te animes a preparar estos arancini de quinoa con mozzarella y los disfrutes tanto como yo. Cuéntame en los comentarios cómo te quedaron o si se te ocurre una variante diferente. Y ya sabes: si quieres que suba otra versión o tienes antojo de una nueva receta… ¡háznoslo saber por el formulario del blog!
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