Si alguna vez has sentido el abrazo de un día frío en Galicia, sabes que no hay nada mejor que un buen caldo gallego para entrar en calor. Este plato tradicional es todo un emblema de la cocina gallega: humilde, reconfortante y lleno de sabor. Suele servirse durante el invierno, especialmente en reuniones familiares o festivas, pero cualquier excusa es válida para prepararlo. En casa, cada vez que lo hacemos, el aroma llena toda la cocina y nos transporta directamente a las cocinas antiguas, donde la comida se hacía con cariño y sin prisas. Lo mejor de todo es que, aunque tiene historia y carácter, su elaboración es mucho más sencilla de lo que crees. ¿Nos ponemos el delantal?
Tiempo de preparación: 20 minutos (+ 1 hora y 30 minutos de cocción)
Dificultad: Fácil
Raciones: Para 4 personas
Ingredientes
- 200 g de alubias blancas secas (puestas en remojo desde la noche anterior)
- 1 hueso de jamón
- 200 g de lacón salado (remojado al menos 12 horas)
- 150 g de chorizo gallego
- 300 g de grelos o, en su defecto, nabizas o repollo
- 2 patatas medianas
- Sal al gusto
- Agua suficiente para cubrir los ingredientes
Preparación paso a paso
- Comienza poniendo las alubias blancas, el hueso de jamón, el lacón (escurrido del remojo) y el chorizo en una olla grande. Cubre con abundante agua fría y lleva a ebullición.
- Cuando empiece a hervir, retira la espuma con una espumadera para eliminar impurezas.
- Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante aproximadamente 1 hora, asegurándote de que las alubias estén casi hechas.
- Mientras tanto, lava y trocea los grelos (si usas repollo, córtalo en tiras finas). Pela las patatas y córtalas en trozos “cascándolas” para que suelten almidón y el caldo espese.
- Añade los grelos y las patatas a la olla. Deja cocinar unos 30 minutos más, hasta que las patatas estén tiernas.
- Rectifica de sal (ten en cuenta que el lacón y el chorizo ya aportan bastante sabor).
- Retira el hueso de jamón y, si lo deseas, desmenúzalo para devolver la carne al caldo. Sirve caliente y disfruta de este clásico gallego.
Consejos de Nuria:
- Si no encuentras grelos, puedes usar repollo o espinacas, pero intenta escaldarlos antes para que no amarguen el caldo.
- El lacón puede ser sustituido por costilla salada o incluso panceta, según la tradición local.
- Un error común es no desalar bien el lacón o el hueso: recuerda que deben estar varias horas en remojo, cambiando el agua una o dos veces.
- Si quieres una versión más ligera, puedes utilizar menos carne o chorizo y añadir más verdura y legumbres.
- Este plato mejora de un día para otro, así que puedes prepararlo con antelación sin problema.
¿Verdad que apetece preparar este delicioso caldo gallego en casa? Espero que disfrutes tanto cocinándolo como saboreándolo. Y si te animas, cuéntame en los comentarios cómo te ha salido o cuáles son tus trucos familiares. También puedes sugerirme una versión diferente o pedir alguna receta gallega más, ¡estoy encantada de leerlos!
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