Hoy quiero compartir contigo una receta que combina lo mejor de dos mundos: la suavidad cremosa del cheesecake y el toque exótico y sofisticado del té matcha. El cheesecake sin horno de té matcha es perfecto para esos momentos en los que antoja algo dulce pero no queremos encender el horno. Es ideal como postre en una comida especial o simplemente para darte un gusto en el día a día. Tiene una textura ligera, un sabor refrescante y ese color verde tan característico que lo hace único y llamativo. Lo mejor de todo es que es muy fácil de preparar y no necesitas experiencia previa. Si eres fan del cheesecake tradicional y te gusta innovar, ¡esta receta te va a enamorar!
Tiempo de preparación: 25 minutos (+ 4 horas de refrigeración)
Dificultad: Fácil
Raciones: Para 6 personas
Ingredientes
- 200 g de galletas tipo Digestive o María
- 100 g de mantequilla derretida
- 400 g de queso crema (tipo Philadelphia), a temperatura ambiente
- 250 ml de nata para montar (mínimo 35% materia grasa)
- 100 g de azúcar glas
- 2 cucharadas de polvo de té matcha (de buena calidad)
- 7 g de gelatina en polvo sin sabor (1 sobre estándar)
- 4 cucharadas de agua (para hidratar la gelatina)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Preparación paso a paso
- Tritura las galletas hasta que queden como arena fina. Mezcla con la mantequilla derretida hasta obtener una masa húmeda.
- Vierte esta mezcla en la base de un molde desmontable (20 cm de diámetro). Presiona firmemente con el dorso de una cuchara para formar una base compacta. Reserva en la nevera.
- En un cuenco pequeño, hidrata la gelatina en el agua fría. Deja reposar 5 minutos, luego caliéntala unos segundos en el microondas hasta que se disuelva.
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar glas hasta que esté suave y sin grumos.
- Añade el polvo de té matcha y mezcla bien. Puedes tamizarlo antes para evitar grumos.
- Incorpora la nata para montar (sin batir) y la vainilla, y vuelve a batir hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
- Agrega la gelatina disuelta y mezcla bien hasta integrarla completamente.
- Vierte la crema sobre la base de galleta ya fría y alisa la superficie con una espátula.
- Lleva el cheesecake a la nevera un mínimo de 4 horas o, mejor aún, toda la noche, hasta que cuaje.
- Antes de servir, puedes espolvorear un poco más de matcha por encima o decorar con nata, frutos rojos o chocolate blanco.
Consejos de Nuria:
- Asegúrate de usar té matcha de calidad culinaria para que el sabor y el color se noten en el resultado final.
- Si no tienes gelatina en polvo, puedes usar 4 hojas de gelatina hidratadas y disueltas igual.
- ¿Te gusta más dulce? Añade un poco más de azúcar glas a tu gusto, especialmente si el matcha que usas es fuerte o amargo.
- Para una presentación elegante, decora con virutas de chocolate blanco o pétalos de flores comestibles.
- Si prefieres una base sin galletas, puedes usar un bizcocho fino o granola triturada.
Este cheesecake sin horno con té matcha es una propuesta fresca y diferente que seguro sorprenderá a quien lo pruebe. Si te animas a prepararlo, cuéntame en los comentarios qué tal te quedó o si lo adaptaste a tu manera. ¿Te gustaría que hiciera una versión vegana o sin gluten? ¡Dímelo y lo vemos juntas!
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