Si hay un plato que despierta recuerdos de infancia y reuniones familiares, esas son las croquetas de jamón ibérico. Crujientes por fuera, cremosas por dentro y con un sabor inconfundible que solo el buen jamón puede aportar. Son perfectas como entrante en una comida especial, como tapa en una cena informal o incluso como protagonista de un picoteo de fin de semana. Aunque parezcan elaboradas, con un poco de cariño y siguiendo los pasos correctos, te aseguro que cualquiera puede prepararlas en casa. Hoy te enseño mi receta favorita, con trucos para que queden perfectas y conquisten todos los paladares.
Tiempo de preparación: 1 hora (+ reposo en nevera)
Dificultad: Media
Raciones: Para 4 personas
Ingredientes
- 100 g de jamón ibérico en taquitos muy pequeños
- 50 g de mantequilla
- 30 g de harina de trigo
- 400 ml de leche entera (mejor si está templada)
- 1 pizca de nuez moscada
- Sal y pimienta al gusto
- 2 huevos
- Pan rallado para rebozar
- Aceite de oliva suave para freír
Preparación paso a paso
- En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio y añade la harina. Remueve sin parar durante unos minutos para cocinar la harina y evitar que sepa cruda.
- Incorpora la leche poco a poco, sin dejar de batir con unas varillas, hasta obtener una bechamel espesa y sin grumos.
- Añade la nuez moscada, una pizca de sal, un poco de pimienta y los taquitos de jamón. Cocina durante unos 5 minutos más, removiendo bien para que el jamón suelte su sabor.
- Pasa la mezcla a una fuente, cúbrela con film transparente tocando la superficie para que no se forme costra, y deja enfriar. Luego, guarda en la nevera al menos 4 horas (mejor si es toda la noche).
- Una vez fría, forma las croquetas con las manos o dos cucharas. Pásalas primero por huevo batido y luego por pan rallado.
- Fríelas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Déjalas escurrir sobre papel absorbente.
Consejos de Nuria:
- Si quieres un sabor aún más intenso, sustituye parte de la leche por caldo de jamón.
- Haz las croquetas pequeñas si las vas a servir como aperitivo, o más grandes si son parte de una comida principal.
- Evita pasarte con la sal, el jamón ibérico ya aporta bastante sabor por sí solo.
- Congelan genial: una vez empanadas, guárdalas en bolsas y fríelas directamente desde el congelador.
- Puedes añadir un toque de cebolla pochada en la bechamel para una versión más jugosa.
¿Vas a animarte a preparar estas croquetas de jamón ibérico? Seguro que sí, porque no hay nada como el sabor de lo hecho en casa. Cuéntame qué te han parecido o si tienes algún truco familiar que te guste añadir. ¡Nos leemos en los comentarios!
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