Hoy quiero compartir contigo una receta que suelo preparar cuando me apetece algo dulce pero sin caer en excesos: unas deliciosas galletas de avena y arándanos con sésamo negro. Son ideales para una merienda saludable, para acompañar el café de media tarde o incluso como tentempié para llevar. Lo que más me gusta de estas galletas es su combinación de texturas: lo crujiente del borde, lo tierno del centro, el dulzor ácido de los arándanos y ese toque especial que aporta el sésamo negro. Además, se preparan en muy poco tiempo y son perfectas para hacer con peques o cuando tienes antojo de algo casero sin complicarte demasiado. Si te gustan los sabores naturales y las recetas sencillas que siempre salen bien, ¡esta te va a encantar!
Tiempo de preparación: 25 minutos
Dificultad: Fácil
Raciones: Para 4 personas
Ingredientes
- 100 g de copos de avena suaves
- 80 g de harina de trigo integral
- 60 g de panela o azúcar moreno
- 1 huevo mediano
- 60 ml de aceite de coco (puedes usar mantequilla derretida)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
- ½ cucharadita de canela en polvo
- 1 pizca de sal
- 80 g de arándanos secos (puedes usar frescos, ajustando el tiempo de horneado)
- 1½ cucharadas de semillas de sésamo negro
- 2-3 cucharadas de leche vegetal o leche normal (opcional, según la textura)
Preparación paso a paso
- Precalienta el horno a 180 °C con calor arriba y abajo. Forra una bandeja de horno con papel vegetal.
- En un bol grande, mezcla los copos de avena, la harina integral, el bicarbonato, la canela y la sal.
- En otro recipiente, bate el huevo con el azúcar moreno, el aceite de coco derretido y la esencia de vainilla hasta que esté bien integrado.
- Vierte los ingredientes líquidos sobre los secos y mezcla con una espátula hasta obtener una masa homogénea. Si la notas muy seca, añade un par de cucharadas de leche.
- Incorpora los arándanos y el sésamo negro, mezclando con suavidad para repartirlos bien.
- Con ayuda de una cuchara, forma porciones de masa y colócalas en la bandeja, dejando espacio entre cada una (se expanden un poco).
- Hornea durante 12-15 minutos, hasta que los bordes estén dorados pero el centro ligeramente blando.
- Saca del horno y deja enfriar durante 5 minutos en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Consejos de Nuria:
- Puedes sustituir los arándanos por pasas, trocitos de dátil o chips de chocolate para una versión más golosa.
- Si no tienes semillas de sésamo negro, prueba con las blancas o incluso con semillas de chía.
- Estas galletas se conservan muy bien en un recipiente hermético durante 4-5 días. También puedes congelarlas en crudo y hornear más adelante.
- Para una textura más crujiente, déjalas unos minutos más en el horno, vigilando que no se quemen.
¿Te animas a probar estas galletas de avena, arándanos y sésamo negro? Si las haces, cuéntame cómo te han salido en los comentarios. ¡Me encantará leer tus versiones y responder tus preguntas! Y si quieres que suba más recetas dulces y fáciles, ¡no dudes en pedírmelo!
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