Helado de lavanda con miel

4 octubre 2025 imagen

Si estás buscando una idea original, fresca y perfecta para sorprender en una tarde de verano, este helado de lavanda con miel te va a encantar. Tiene un sabor suave, delicado y floral, que se realza con el dulzor natural de la miel. Es uno de esos postres que te transporta, ideal para cerrar una comida especial o simplemente disfrutar de un momento exquisito. Me gusta prepararlo cuando quiero algo diferente, ligero y con ese toque aromático que lo hace tan especial. Además, no necesitas una heladera profesional para hacerlo en casa. ¿Te animas a probarlo?

  • 🕒 Tiempo de preparación: 25 minutos (+ 30 minutos de marinado)
  • 🔥 Dificultad: Fácil
  • 🍽️ Raciones: Para 4 personas
  • 500 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% MG)
  • 250 ml de leche entera
  • 100 g de miel (preferentemente de flores)
  • 2 cucharadas de flores de lavanda secas (aptas para consumo)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
  • Una pizca de sal
  1. En un cazo mediano, calienta a fuego bajo la leche junto con la nata, la miel y la pizca de sal. Remueve bien hasta que la miel se disuelva completamente.
  2. Cuando la mezcla esté caliente pero sin llegar a hervir, retírala del fuego y añade las flores de lavanda. Tapa el cazo y deja infusionar durante 30 minutos.
  3. Pasado el tiempo de reposo, cuela la mezcla con un colador fino para retirar todas las flores de lavanda.
  4. Si deseas, incorpora la esencia de vainilla y mezcla bien. Luego deja enfriar completamente en la nevera, al menos 2 horas (idealmente toda la noche).
  5. Una vez esté fría, bate la mezcla con varillas durante unos minutos para incorporar algo de aire y lograr una textura cremosa.
  6. Vierte la mezcla en un recipiente hermético y congélala durante unas 4 horas. Cada 30-45 minutos, saca el recipiente y remueve con un tenedor para evitar que se formen cristales de hielo. Este paso es esencial si no usas heladera.
  7. Cuando esté firme y cremoso, sirve el helado en boles o cucuruchos y decora con unas flores secas de lavanda si lo deseas.
  • Si no tienes flores secas de lavanda, puedes usar lavanda fresca del jardín, siempre que esté libre de pesticidas.
  • Evita pasarte con la lavanda: su sabor es muy potente y con poca cantidad puedes lograr un sabor equilibrado.
  • Para una versión aún más ligera, prueba usar leche vegetal (como almendra o avena) y nata vegetal, aunque la cremosidad será algo menor.
  • Este helado combina genial con frutas del bosque frescas, como moras o frambuesas, que aportan acidez y color.
  • Si tienes heladera, sigue las instrucciones de tu máquina: te facilitará mucho la vida y dará una textura más suave.

¿Has probado alguna vez helado con flores comestibles? Este de lavanda y miel es una delicia floral que no te dejará indiferente. Si lo haces, cuéntame en los comentarios cómo te ha quedado o si lo has personalizado de alguna manera. ¡Y si te gustaría que suba una versión vegana o con otro tipo de flores, solo tienes que decírmelo!


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