Si hay una receta que reúne suavidad, aroma y sabor reconfortante en un mismo plato, es esta deliciosa pasta con crema de calabaza y salvia. Perfecta para las noches otoñales o una comida especial durante el fin de semana, esta receta ofrece una forma diferente de disfrutar la calabaza: cremosa, fragante y abrazada por el toque herbal de la salvia fresca. A mí me encanta prepararla cuando quiero algo cálido, nutritivo y lleno de sabor, pero sin pasar horas en la cocina. Créeme, esta combinación reconforta el alma y gusta a todos, incluso a quienes no suelen amar la calabaza. ¿Lo mejor? Es sorprendentemente fácil de preparar.
Tiempo de preparación: 25 minutos
Dificultad: Fácil
Raciones: Para 4 personas
Ingredientes
- 350 g de pasta (tipo corta como penne, rigatoni o fusilli)
- 500 g de calabaza pelada y cortada en cubos
- 1 cebolla pequeña picada finamente
- 2 dientes de ajo
- 200 ml de nata para cocinar (crema líquida ligera)
- 30 g de mantequilla
- 6 hojas de salvia fresca
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
- Queso parmesano rallado (opcional, para servir)
- Nueces picadas ligeramente tostadas (opcional, para decorar)
Preparación paso a paso
- En una olla mediana, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla con una pizca de sal durante unos 5 minutos, hasta que esté transparente. Luego añade el ajo y cocina un minuto más.
- Agrega los cubos de calabaza y rehoga durante 8 a 10 minutos, removiendo de vez en cuando. La calabaza debe estar tierna; si es necesario, añade 2-3 cucharadas de agua y tapa para acelerar la cocción.
- Cuando la calabaza esté muy blanda, pasa todo a una licuadora o usa una batidora de mano para triturar hasta obtener una crema suave (puedes añadir la nata en este paso para facilitar el batido).
- Vuelve a poner la crema en la sartén, añade la nata (si no lo hiciste antes), sal, pimienta y calienta a fuego bajo. Ajusta la consistencia con un poco de agua de cocción de la pasta si es necesario.
- Mientras tanto, cocina la pasta en abundante agua con sal, siguiendo las instrucciones del paquete hasta que esté al dente.
- En una sartén pequeña, derrite la mantequilla y saltea las hojas de salvia hasta que estén crujientes (unos 2 minutos). Reserva las hojas y deja que la mantequilla tome un leve color dorado.
- Escurre la pasta, mezcla con la crema de calabaza y añade la mantequilla dorada. Remueve bien fuera del fuego.
- Sirve inmediatamente, decorando con las hojas de salvia crujiente, queso parmesano rallado y, si deseas, nueces tostadas.
Consejos de Nuria:
- Si estás apurado, puedes usar calabaza asada del día anterior para ir más rápido.
- La pasta corta se lleva mejor con esta salsa espesa, pero también puedes usar spaghetti si lo prefieres.
- Para una versión vegana, sustituye la nata por leche vegetal (como de avena o almendra sin azúcar) y la mantequilla por aceite vegetal. El resultado es igualmente cremoso.
- Evita cocinar la salvia demasiado tiempo o se amargará. Solo unos segundos en mantequilla caliente bastan.
- Esta salsa también queda deliciosa sobre ñoquis o como base para una lasaña diferente.
¿Qué te pareció esta receta? Espero que te animes a prepararla y la disfrutes tanto como yo. Puedes contarme en los comentarios cómo te quedó o pedirme una variante, ¡me encantará leerte! Y recuerda que siempre puedes adaptar la receta a tu gusto o según lo que tengas en casa. ¡Buen provecho!
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