Raviolis de calabaza y salvia con mantequilla de avellanas

8 noviembre 2025 imagen

¡Hola, queridos amantes de la buena mesa! ¿Hay algo más reconfortante que los sabores otoñales? Esos días en los que apetece encender el horno, disfrutar del calor de la cocina y deleitarse con platos que abrazan el alma. Hoy os traigo una receta que es pura poesía para el paladar y que, estoy segura, se convertirá en uno de vuestros favoritos de la temporada: unos espectaculares Raviolis de calabaza y salvia con mantequilla de avellanas. Es un plato que lo tiene todo: la dulzura terrosa de la calabaza, el aroma inconfundible y fresco de la salvia, y ese toque tostado y sedoso de la mantequilla noisette con el crujiente de las avellanas. Ideal para una cena especial entre semana o para impresionar en una reunión familiar, ¡preparaos para un viaje de texturas y sabores que no dejará a nadie indiferente!

  • 🕒 Tiempo de preparación: 35 minutos
  • 🔥 Dificultad: Media
  • 🍽️ Raciones: Para 4 personas
  • 400 g de raviolis de calabaza frescos (puedes encontrarlos en la sección de refrigerados de tu supermercado o prepararlos caseros si te animas)
  • 100 g de mantequilla sin sal de buena calidad
  • 50 g de avellanas tostadas, ligeramente trituradas (pueden ser enteras si prefieres un crujido más grande)
  • 15-20 hojas de salvia fresca
  • Sal marina fina al gusto
  • Pimienta negra recién molida al gusto
  • Parmigiano Reggiano rallado para servir (¡no escatimes en calidad!)
  • Un chorrito de agua de cocción de la pasta
  1. En una olla grande, lleva a ebullición abundante agua con sal. Una vez que hierva vigorosamente, añade los raviolis y cuécelos siguiendo las instrucciones del paquete, generalmente unos 3-4 minutos para pasta fresca. Antes de escurrirlos, reserva media taza del agua de cocción.
  2. Mientras los raviolis se cuecen, prepara la mantequilla de avellanas. En una sartén grande y de fondo claro (esto te ayudará a ver el color de la mantequilla), derrite la mantequilla a fuego medio-bajo.
  3. Observa cómo la mantequilla empieza a espumar y el color cambia de amarillo a un tono dorado, luego a ámbar y finalmente a un color avellana tostado, liberando un aroma delicioso y ligeramente anuezado. Este es el punto de la mantequilla noisette. ¡Vigila de cerca para que no se queme!
  4. Justo en ese momento, añade las hojas de salvia fresca a la sartén. Se freirán ligeramente y se volverán crujientes en cuestión de segundos. Retira la sartén del fuego para detener la cocción.
  5. Incorpora las avellanas trituradas a la mantequilla noisette con salvia. Sazona con un poco de sal marina y pimienta negra recién molida.
  6. Con ayuda de una espumadera, transfiere los raviolis cocidos directamente de la olla a la sartén con la mantequilla de avellanas y salvia. Añade un chorrito del agua de cocción reservada; esto ayudará a emulsionar la salsa y a que se adhiera mejor a la pasta.
  7. Remueve suavemente para que todos los raviolis queden bien impregnados con la deliciosa salsa.
  8. Sirve inmediatamente en platos individuales, espolvorea generosamente con Parmigiano Reggiano rallado y un poco más de pimienta negra si lo deseas.
  • Para un toque extra de sabor: Antes de añadir la salvia, puedes tostar ligeramente las avellanas en la misma sartén sin mantequilla hasta que estén fragantes, luego retíralas y procede con la mantequilla.
  • Variante con nueces: Si no tienes avellanas, las nueces picadas también funcionan de maravilla y aportan un sabor delicioso. ¡O incluso almendras laminadas!
  • Si prefieres un sabor más intenso a calabaza: Puedes asar un trozo de calabaza y triturarlo, mezclando una cucharada de este puré con la salsa de mantequilla justo antes de añadir los raviolis.
  • Controla el punto de la mantequilla: La clave de la mantequilla noisette es la paciencia y la observación. No dejes que se queme; un aroma ligeramente amargo indica que ha ido demasiado lejos.
  • Equilibrio de dulce y salado: Los raviolis de calabaza suelen tener un toque dulce. El Parmigiano y la salvia aportan el contrapunto salado y herbal perfecto. Prueba la salsa antes de servir y ajusta según tu gusto.

¡Y voilà! Ya tienes en tu mesa un plato digno de los mejores restaurantes italianos, pero hecho con todo el cariño en tu propia casa. Los Raviolis de calabaza y salvia con mantequilla de avellanas son una delicia que te transportará directamente al otoño. Anímate a prepararlos y a compartir esta experiencia culinaria con tus seres queridos. Me encantaría saber qué te parecen, así que no dudes en dejarme tus comentarios y fotos. Y si tienes alguna sugerencia para futuras recetas o alguna variante de esta que te encante, ¡escríbenos en el formulario! ¡Hasta la próxima receta, cocinillas!


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