Salmorejo cordobés

30 agosto 2025 imagen

Hoy quiero compartir contigo uno de esos platos que saben a verano, a tradición y a reuniones familiares al aire libre: el clásico salmorejo cordobés. Esta deliciosa crema fría, originaria de Córdoba, es perfecta para los días calurosos en los que apetece comer algo fresco, nutritivo y sabroso sin complicarse demasiado. A diferencia del gazpacho, el salmorejo es más denso y cremoso, y su secreto está en unos tomates bien maduros y un buen pan asentado. Se suele servir como primer plato o como entrante, y siempre triunfa si lo acompañas con un poco de huevo duro y jamón serrano picado por encima. Si aún no lo has probado, te animo a prepararlo: es tan fácil de hacer como agradecido en sabor.

  • 🕒 Tiempo de preparación: 25 minutos (+ 30 minutos de marinado)
  • 🔥 Dificultad: Fácil
  • 🍽️ Raciones: Para 4 personas
  • 1 kg de tomates maduros (tipo pera o rama, bien rojos y carnosos)
  • 200 g de pan blanco del día anterior (sin corteza)
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra (suave y de buena calidad)
  • 1 diente de ajo (opcional, al gusto)
  • 1 cucharadita de vinagre de vino blanco (opcional si te gusta con un toque ácido)
  • Sal al gusto
  • 2 huevos duros (para decorar)
  • Jamón serrano en taquitos o virutas (para decorar)
  1. Lava bien los tomates, córtalos en cuartos y colócalos en un bol grande. Tritúralos con una batidora o robot de cocina hasta obtener un puré fino.
  2. Cuela el puré con un colador o chino para eliminar pieles y semillas. Vierte el líquido resultante en otro recipiente limpio.
  3. Añade el pan troceado al zumo de tomate y deja que se empape durante unos 30 minutos. Esto le dará al salmorejo su textura cremosa característica.
  4. Pasado el tiempo, incorpora el diente de ajo (sin germen si prefieres suavizar el sabor), la sal y el vinagre. Tritura todo junto hasta obtener una mezcla homogénea y espesa.
  5. Con la batidora en marcha, ve incorporando poco a poco el aceite de oliva para que emulsione. Notarás cómo la mezcla cambia de color y gana cuerpo.
  6. Rectifica de sal (y vinagre si te gusta más ácido). Reserva el salmorejo en la nevera al menos 1 hora antes de servir, bien frío.
  7. Sirve en cuencos o platos hondos y decora con el huevo duro picado y las virutas de jamón serrano por encima. ¡A disfrutar!
  • Cuanto más maduros estén los tomates, más sabor tendrá tu salmorejo. Evita los tomates verdes o insípidos.
  • Si quieres un resultado más ligero, puedes reducir la cantidad de pan o usar pan integral.
  • ¿Intolerancia al ajo? Puedes omitirlo o usar solo medio diente para que no domine tanto.
  • Para una versión vegetariana, prescinde del jamón y opta por topping de crujientes de cebolla, pepino picado o semillas.
  • Tradicionalmente se sirve muy frío, así que no olvides refrigerarlo y, si puedes, utiliza platos fríos también para presentarlo.

¿Verdad que es sencillo y apetecible? Anímate a preparar esta receta andaluza y cuéntame tu experiencia en los comentarios. Y si quieres que suba una variante con remolacha, aguacate o incluso una versión vegana, ¡dímelo en el formulario!


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