¿Quién puede resistirse al aroma dulce y especiado de unas tortas de anís recién hechas? Esta receta me recuerda a las meriendas de mi infancia, cuando mi abuela las sacaba del horno aún tibias y crujientes. Son ideales para acompañar una taza de café o té, y también son un regalo casero maravilloso. Estas tortas de anís caseras son muy fáciles de preparar, con ingredientes sencillos y al alcance de todos. Lo mejor es que puedes hacerlas cuando quieras darte un pequeño gusto tradicional o sorprender a tus invitados con algo distinto y delicioso. Hoy te enseño cómo prepararlas paso a paso para que te queden perfectas: ligeras, aromáticas y con ese toque crujiente y dorado que las hace únicas. ¡Ponte el delantal que empezamos!
Tiempo de preparación: 25 minutos (+ 15 minutos de reposo)
Dificultad: Fácil
Raciones: Para 10 tortas medianas
Ingredientes
- 250 g de harina de trigo (de todo uso)
- 75 ml de aceite de oliva suave
- 75 ml de anís dulce (licor)
- 40 g de azúcar blanco (y un poco más para espolvorear)
- 1 cucharadita de semillas de anís (opcional pero recomendado)
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de levadura en polvo (polvo de hornear)
Preparación paso a paso
- En un bol grande, mezcla la harina con la levadura, el azúcar, la sal y las semillas de anís (si las usas).
- Haz un hueco en el centro y añade el aceite de oliva y el anís dulce. Mezcla primero con una cuchara y luego con las manos hasta formar una masa suave y homogénea. No debe pegarse a los dedos.
- Forma una bola con la masa, cúbrela con un paño limpio y deja reposar durante 15 minutos a temperatura ambiente.
- Precalienta el horno a 200 °C (con calor arriba y abajo) y prepara una bandeja forrada con papel de hornear.
- Divide la masa en porciones pequeñas y dale forma circular con las manos. Puedes aplanarlas ligeramente con un rodillo o un vaso para que queden finitas, de unos 3 mm de grosor.
- Coloca las tortas sobre la bandeja, espolvorea con un poco de azúcar por encima (esto les dará un toque crujiente caramelizado) y llévalas al horno.
- Hornea durante 10-12 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas por los bordes. Vigílalas de cerca porque se hacen muy rápido.
- Una vez listas, retíralas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Tienen que estar crujientes por fuera pero ligeras.
Consejos de Nuria:
- Si prefieres una versión sin alcohol, puedes usar agua con unas gotas de esencia de anís natural. No será igual, pero el aroma estará presente.
- Las semillas de anís le dan un punto extra al sabor y textura, ¡no te saltes este ingrediente si puedes!
- Guárdalas en un recipiente hermético una vez frías, se conservan crujientes hasta una semana.
- ¿Quieres un toque más festivo? Agrega una pizca de canela a la masa o decora con un poco de azúcar glas al servir.
- También puedes hacerlas un poco más grandes para usarlas como base de postres: queda delicioso con una bola de helado encima.
¿Te han gustado estas tortas de anís caseras? Te animo a prepararlas este fin de semana… ¡Te van a encantar! Y si tienes alguna duda o quieres sugerirme una variante, déjamelo en los comentarios o escríbeme por el formulario de contacto. ¡Nos vemos en la próxima receta!
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